Toda
vez que el futuro del canario de canto discontinuo ya se esta
despejando, necesitamos buscar el equilibrio, si es que eso es
posible y nuestros sistemas de cría y no educación nos lo
permiten, y no estamos condenados por ellos a la obtención de unos
resultados tan mediocres, no en lo relativo a la calidad mas
superior, sino a la media, y a la cantidad de ésta, entendida esta como el número de canarios sin notas negativas, con un repertorio variado, de una cierta complejidad, que no este formado solo por una secuencia repetida de sonidos simples, y que satisfaga los requisitos básicos conforme al estándar y que permitan ser juzgados como tal. La calidad, como
término con una gran carga subjetiva, es discutible y depende en
gran medida de los gustos personales de cada uno, y solo es
comparable con algo de iguales características, algo que teniendo en
cuenta el canto no estereotipado de nuestros canarios, es difícil de
ponerse de acuerdo sobre ello, pero ello en sí no debe ser un problema, si cumple ciertos requisitos. La cantidad, como dato objetivable, se
puede medir, por lo que me centrare en el intento del aumento de
ésta, en el entorno del criadero.
Podemos y debemos ponernos de acuerdo en cuanto a la calidad , sobre aspectos básicos y técnicos, tanto positivos como negativos, pero sobre gustos, mas floreos o menos, mas variaciones conjuntas o menos, etc., lo veo imposible. La voz, dicción y amplio repertorio, pueden ser ejemplos de ésto.
Podemos y debemos ponernos de acuerdo en cuanto a la calidad , sobre aspectos básicos y técnicos, tanto positivos como negativos, pero sobre gustos, mas floreos o menos, mas variaciones conjuntas o menos, etc., lo veo imposible. La voz, dicción y amplio repertorio, pueden ser ejemplos de ésto.
Podemos
y debemos apostar por elevar la calidad media de nuestros ejemplares.
Ese es el fundamento principal de este texto, en ningún momento hago
referencia a la calidad media de los concursos, ese es un tema
distinto, y que creo no refleja la realidad que se da dentro de un criadero.
Una vez conseguido esto, lo otro vendrá por sí solo, y cada vez
habrá mas ejemplares que se acerquen al buscado ideal supremo.
Tampoco
entiendo que no sea comparable nuestra situación particular con
ninguna de las otras razas de canarios de canto, pues la nuestra se
basa en exclusividad en principios de NO EDUCACIÓN, algo que no
sucede con las demás.
Año
tras año van saliendo ejemplares dignos de mención, unos años mas
y mejores que otros, pero la tónica general, salvo honrosas
excepciones de ejemplares que conjugan un largo recorrido y
dificultad, es que cada vez mas tienen un repertorio corto,
repetitivo, eso si, mas bello, espectacular, complicado y lento en su
ejecución.
¿Son
compatibles los dos modelos? ¿ Se pueden unir los dos, en un pájaro
tipo ?, o es una quimera, y tenemos que conformarnos con lo actual.
Si la contestación es afirmativa, entonces creo que tenemos mucho
que mejorar. Si es negativa, y nuestros gustos personales van
enfocados hacia ese pájaro corto, de tres notas en bucle, pero
espectacular, y nuestro caso particular es un paradigma de eficacia,
es mejor que se detenga aquí, y no lea el resto, pues lo encontrará desacertado.
Da
la sensación, no que sea imposible, sino que desconocemos la forma
de llegar a ese ideal superior, y que cuando se manifiesta lo hace
como algo aleatorio y caprichoso, o que comentemos demasiados errores
en su puesta en práctica, pues no le prestamos el suficiente interés
a lo principal, que seria elevar la calidad media.
Hasta
ahora la regla general, en cuanto a la calidad media, si incluimos
como malo, pájaros en bucle, o con defectos, y con todos los matices
que queramos, y como licencia literaria, la podíamos basar en la de
los múltiplos de cinco, por cada 05 ejemplares muy buenos, 50 buenos
y 500 regulares/malos, lo que refleja una media insuficiente. No voy
a negar que existan, no excepciones particulares que la confirmen,
sino, que la puedan invalidar en su totalidad. Se trata mas un dato
aproximado para comprender un posible problema general, que de cifras
reales y contrastables.
Algunos
podrán argumentar, y con razón, sobre algún año en particular,
que en ellos si se da esa elevada calidad media. Otra cosa es que
puedan sostener ese argumento en el tiempo durante muchos años, en
eso, expreso mis serias dudas al respecto, ya que es mas fácil subir
y bajar, que estar siempre arriba. También habrá casos concretos, a los que lo aqui escrito no les pueda ser aplicado, pero éstos serán tan mínimos, que estadísticamente no pueden tenerse en cuenta.
Llevo
tiempo escuchando excusas vacías e interesadas que ponen en
entredicho lo antes escrito, repito, como formula literaria, y que
indica que hay algo que no hacemos bien, o que no podemos todavía
hacer, porque desconocemos como hacerlo, porque estamos en el periodo
evolutivo en que eso debe ocurrir, o porque nuestros planteamientos
están errados en su base, o lo que puede ser una suma de todos los
factores, por miedo a lo desconocido, a equivocarnos, a perder años
de cría sin obtener resultados positivos, a bajar un escalón y
perder nuestro estatus, etc., o simplemente, porque esto no da para
mas, algo que me niego a creer, porque si han salido ejemplares que
cumplen los requisitos de máxima excelencia, no lo han hecho de la
nada. La cuestión es intentar que cada año se eleve la calidad
media, lo que llevara de forma indefectible a mayor número de éstos.
Creo
que sacar al año un lote de buenos pájaros que te salven la
temporada de concursos, no es sinónimo de tener unos resultados
aceptables. Hay años, para mi mejores, en los que la homogeneidad y
la calidad de aspectos básicos, como voz, dicción o largo
repertorio, son mejores, aunque falten esos puntos extra, o años en los que las notas negativas brillan por su ausencia. Prefiero un
año de 10 machos de 89 puntos que cumplan los requisitos antes
citados, que otro, de uno de 93, y su hermano, 92, y los ocho
restantes, al banquillo, por ser malos a mas no poder.
Al
respecto de lo anterior, y con la intención de buscar respuestas,
cabe preguntarse qué son mejores, los cruces que se basan en la
descendencia directa (abuelos, padres, hijos, nietos), o colateral
(hermanos, tíos, sobrinos) ¿Qué es mas conveniente?, seguir el
parentesco por consanguinidad respecto de nuestro propio tronco de
canarios, o por afinidad, respecto de la familia de las hembras
exteriores que incorporamos a él, incorporando en los sucesivos
cruces ejemplares de éstas lineas, que no tienen, o que pudieran
tener grados muy alejados de consanguinidad con los nuestros, y
uniéndolos a nuestro tronco común y formando de ambos un todo,
aunque ese hecho haga que nuestro nombre no figure en nuestros
pedigris las veces que nuestro ego nos dicta.
Hasta
ahora la costumbre dictaba unas normas, y creo que ya va siendo hora
de que lo pongamos en cuarentena y busquemos nuevos caminos.
¿Qué
son mejores?, los cruces consanguineos, con un grado elevado de ésta,
o los que lo hacen sobre un determinado ejemplar mucho mas alejado.
¿Qué
son mejores?, los cruces que orientan la cría en criterios de
compensación, tanto fenotípicos como canoros, o los que no lo
hacen, o solo lo hacen sobre uno de ellos.
Es
la consanguinidad en la canaricultura de canto, y atendiendo al
carácter poligénico del canto, factores ambientales, etc, el
método mas eficaz para fijar una cualidad, y si es así, ¿cuál es
mejor?, la estrecha, o por familias.
¿Qué
son mejores?, los cruces que se basan en las lineas de las hembras, o
en la de los machos.¿ A qué tenemos que prestar mas atención, a
ellos o a ellas?
A
la hora de introducir un nuevo ejemplar, ¿qué es mejor?, basarse en el
pedigrí, o en sí es un campeón, en sus planillas, o en sí la
similitud del canto de sus ascendientes puede ser complementaria con
la de nuestros pájaros.
Si
necesitásemos introducir ejemplares del exterior, y nos diesen la
posibilidad de elegir, ¿qué escogeríamos primero?, un macho campeón,
pero con sus peros, o dos hembras de otro criador, la dos de la misma
linea, aunque no tenga grandes virtudes, pero sean excelentes en lo
básico, voz, dicción, etc..
De
estas y otras muchas preguntas, y de las respuestas que logremos
encontrar, depende en buena media nuestra evolución.
Si
tenemos en cuenta el posible grado de verdad que esa “regla” nos
indica, y las repuestas que demos a todas las preguntas formuladas
anteriormente, nos daremos cuenta de muchas de las causas y de los
porqués de la situación actual. Si es mejorable, porque exista tal
posibilitad, somos nosotros mismos los que estamos haciendo la bola
de nieve cada vez mas grande, cuando buscamos con ahínco, casi
enfermizo, los ejemplares de un determinado criador, por el mero
hecho de que éste haya sacado dos o cuatro ejemplares, que ganen
todos los concursos de ese año, o de que se llame de una forma u
otra, sin preguntarnos cuál es su calidad media. Criar papeles como medio para evolucionar, no creo que sea lo
mas aconsejable.
Si
hay algo de cierto en todo lo aquí escrito, existen varias
posibilidades, otra cosa es que todo sea una imaginación mía, en
cuyo caso, puede todo el mundo estar tranquilo, menos yo. La primera
pasa porque exista un posible problema global, de una baja calidad
media, que haga que no deje aflorar mas ejemplares dignos de mención,
pero que no es tal, porque a nosotros y de forma individual nos va
bien. Si admitimos que lo que hay, ya nos esta bien, es decir, aunque
entendamos que los pájaros que son los mejores, son cada vez mas
incompletos, ese es nuestro ideal de futuro, bien por su
espectacularidad, lentitud, etc., o pensamos que esto va a seguir así
siempre y que es imposible cambiarlo,o subir esa calidad media,
podemos seguir como hasta ahora. En este caso si nuestro sistema de
selección es estricto y a su vez lo somos con lo que criamos y no lo
cumple, y en el futuro introducimos cambios para mantenernos, todo
seria correcto. Coser y cantar. Si tenemos las reglas claras y
sabemos todos a que atenernos, me parece perfecto. La segunda seria
que nuestro ideal no fuese ese, pero criásemos solo para concursar. Si hemos observado que nuestros mejores canarios, casi siempre proceden de cruces abiertos, de
una hembra que hemos introducido sin ton ni son de un criador exterior, por lo
tanto, donde la mayoría de las veces lo determinante es el azar, y
hemos decidido jugar en el corto plazo, de cara a obtener buenos
resultados en concursos y hemos basado nuestros sistemas de cría, exclusivamente en
juegos de azar, aquí sí se daría la máxima, en grado sumo, de la
regla de los múltiplos de 05, debido a que nuestros sistemas de selección no es que sean incorrectos, es que no existen como tal. Aquí el problema vendría sí en lugar de
mandar a la pajarería el 90% de lo que nos sale, lo introducimos en
el circuito de criadores, y entiendo que esta pude ser una de las
causas principales de la situación actual, lo que hace muy difícil
elevar la calidad media. La
tercera transitaría por el desconocimiento que poseemos de la
genética y de sus condicionantes externos, con el añadido del miedo
que nos produce lo desconocido en cuanto a experimentar con nuevos
cruces, sistemas de cría, etc. La cuarta se centraría en entender
que el ideal se corresponde con el pájaro de largo recorrido, que ya
hemos escuchado, que no es nuevo, y miremos al largo plazo, sin
pensar en los concursos del próximo año, con lo que el problema se
resolvería en el futuro, claro esta, a base de introducir cambios y
encontrar soluciones, resumiendo, tirar mucho. Y la quinta, estaría
relacionada con que estamos en ese periodo evolutivo, en que por
mucho que queramos elevar la calidad media, el número de ejemplares
que criamos es todavía insuficiente para ello, ya que llevamos un
tiempo relativamente corto, y que aunque hagamos las cosas
medianamente bien, la biología evolutiva necesita de unos periodos
que hay que cumplir de forma inexorable, por lo que podemos estar
tranquilos.
La
cuestión, si es que existe tal, se solventaría a una velocidad mas
o menos rápida, en función de lo que se haga con el número de
ejemplares malos que salgan cada año.
Seria
deseable profundizar en los sistema de selección que presentan otras
razas de canarios de canto, tanto reconocidas como no, y establecer
que aspectos de éstos nos podrían hacer mejorar o intentar
comprender que procesos o mecanismos serian beneficiosos para el
desarrollo de nuestros canarios mediante el trabajo experimental,
viéndolos con ojos del siglo XXI y no del XX, alejándonos de la
costumbres establecidas hasta ahora.
Todo
lo aquí expuesto, seguro que puede ser contradicho. No me importaría
que así fuese, es mas, seria un alivio para mí, ya que disiparía
muchas de mis dudas, la principal, si no estamos condenados por una
especie de pecado original, y es imposible cambiar la regla antes
enunciada, porque hemos decidido criar para concursar y no para
evolucionar, o si tenemos o no, la posibilidad de hacerlo.
Hay
que tener unas pocas cosas claras, que son básicas, y teniendo eso
presente, nos ira a todos en general mucho mejor.
1º.
A día de hoy es impensable que haya pájaros de una gran calidad
para todo el mundo. Este es un dato objetivo.
2º.
Si bien puede existir una proporción directa entre el número de
canarios que podamos criar, y el porcentaje de éstos que sean
buenos, esta regla es la que se pueden contrarrestar de forma mas
fácil, siendo la que menos se cumple, y la que por sí sola no hará
elevar la calidad media, siendo este otro dato objetivo.
3º.
Nadie nos puede asegurar, y el que lo haga miente, que de sus pájaros
van a salir descendientes de una calidad aceptable, sin defectos,
etc., hecho totalmente objetivo.
4º.
Si la primera, la segunda, y la tercera regla, son ciertas, es
preferible tener poco y bueno, que mucho y malo.
5º.
Si la primera, la segunda y la tercera regla, son ciertas, para qué
gastarnos cifras desorbitantes en canarios, peleándonos por comprar
al campeón de turno o a su familia.
6º.
Si es imposible que haya pájaros de gran calidad para todo el mundo,
pero sí lo es, que los haya de una calidad aceptable, y sin
defectos, centrémonos en ellos, y trabajémoslos con paciencia y así
elevaremos esa ansiada calidad media, que nos hará dar un salto
cualitativo y cuantitativo. Los antojos de canarios de tal o
cual criador, son un grave error. No por el hecho de que un pájaro tenga una anilla
concreta, nos asegura nada.
7º.
Lo que gusta a unos, puede no gustar a otros.
8º.
Aún a sabiendas de que de ejemplares mediocres, con algún defecto,
pueden salir grandes pájaros, es de gran importancia desechar esa
idea y seleccionar, de lo bueno, lo mejor, y de lo mejor, lo excelso,
sobre todo en aspectos relacionados con la voz y la dicción,
9º.
No nos dejemos llevar e influenciar por programas de mercadotecnia
que ponen en valor determinadas lineas de pájaros frente a otras, con distintos objetivos, unos mas encomiables que otros, y que la gran mayoría de las ocasiones lo único que pretenden es captar seguidores para su empresa, y
seamos fieles a nuestro gusto y criterio propio.
10º.
Todo lo aquí escrito es fruto de mi criterio personal, que puede ser
el mas desafortunado de todos. Si has sido capaz de llegar hasta
aquí, lo ideal seria que pusieses en duda todo lo aquí leído y que
experimentases por ti mismo, lo que para ti es un buen canario de
canto discontinuo, en el que priman cinco aspectos principales, que
son innegociables, ausencia de notas continuas, no educación, voz,
dicción y tu gusto personal, y en el que seria ideal buscar otros secundarios, como el largo repertorio.
Se
trata de debatir, reflexionar e internar mejorar, para que cuando
demos el siguiente paso, este sea firme y aprovechar la inercia
positiva que nos da la situación actual y pasar de de una vez por
todas, a lo mucho y bueno.
2017.
Pedro Mata.