miércoles, 27 de noviembre de 2013

VENCER O CONVENCER.

" Se piensa que lo justo es lo igual, y así es; pero no para todos, sino para los iguales. Se piensa por el contrario que lo justo es lo desigual, y así es, pero no para todos, sino para los desiguales."

Aristóteles.



Podría encabezar este texto haciendo alusiones a términos como raza, especie, evolución, selección natural, selección artificial, etc., pero  en un  texto que pretender alejarse de conceptos puramente técnicos e intentar pertenecer a la categoría de político y social, creo que éstos sobran.

Al respecto,  solo me gustaría apuntar la siguiente pregunta y hacer una reflexión.

¿El termino raza es un proceso biológico objetivable o es una creación artificial del hombre?

Que definiciones son más acertadas, aquellas que hacen hincapié en el animal, distinguiendo una raza de otra por las diferencias medidas de forma objetiva de variados aspectos o caracteres, tanto cualitativos como cuantitativos, o aquellas que dan mayor importancia a la labor del hombre en la manipulación de tales aspectos y su poder de decisión a la hora de ser los responsables de su nombramiento y reconocimiento oficial como tal.

Se ha escrito mucho y bien acerca de la evolución que ha llevado este canario, sobre sus posibles orígenes, aventuras y desventuras hasta hoy; sería recomendable que en la medida de sus posibilidades toda la persona que intente abrazar esta rama de la canaricultura, leyera por lo menos una vez en la vida los llamados artículos históricos, prestando especial atención a los escritos por D. Antonio Drove Aza y D. Rafael Martinez Bouzo.

De aquel primitivo pájaro de Vic (Barcelona) hasta nuestros días ha llovido mucho y fuerte, incluso en ocasiones de forma torrencial, arrastrando con ello las ilusiones y el esfuerzo de una gran mayoría de canaricultores que han visto frustradas sus esperanzas de ver luz al final del túnel, es decir, de divisar como su afición se asentaba sobre bases comunes, que hicieran que si bien es cierto que hay diferencias entre las distintas formas de ver la evolución artificial que los distintos grupos sociales han planteado dentro de sus respectivas asociaciones culturales, grupos de amigos, etc., todo ello se pudiese agrupar bajo una denominación que tendría como común denominador al canario de canto discontinuo.

Actualmente existen dos posiciones contrapuestas dentro de la canaricultura de canto discontinuo, derivadas del reconocido como canario timbrado español, de sobra conocidas por todos. Cada uno cree tener su parte de razón, bajo sus criterios de objetividad, si es que tal objetividad existe, en cuanto que implica ser el portador de la verdad absoluta, una verdad que yo entiendo que  con el paso del tiempo ha sido corrompida, distorsionada, al ser interpretada por el hombre para adaptarla a sus gustos y criterios personales. Es en ese estado mental donde radica la dificultad, pues para ello tendríamos que desprendernos de nuestros prejuicios e intentar ser neutros e imparciales, algo muy difícil de poner en práctica, pero no imposible. Como bien expresa la siguiente cita," no hay peor fracaso que no volver a intentarlo”.

Es algo obvio y palpable a pie de calle o de cabina, si uno comente la osadía de ir a un concurso no afín a sus gustos personales, el sufrir los distintos puntos de vista que existen por todo lo ancho de la geografía española en referencia a lo que debe ser un canario de canto discontinuo, sus cualidades y defectos, lo que es bueno para unos, lo es malo para los otros, lo que es valorado como positivo por unos, es valorado de forma negativa por los otros, pero ello no es óbice para que se llegue a una solución consensuada y única.

No sería fructífero ni efectivo el buscar aquí las causas y los motivos que han llevado a este desencuentro entre aficionados, pues entiendo que no servirían para solucionar este entuerto, y que lo mejor es mirar al futuro, ese futuro que se va, con renovadas miras, pues aunque con dificultades, todavía a es posible una solución que contente en mayor o menor medida a todos.

Pero no por todo ello se puede negar la existencia de ciertas y claras diferencias, bajo mi punto de vista más culturales que técnicas, y que estas diferencias, las técnicas y metodológicas, bien se pueden intentar salvar con la creación de unas normas comunes a todos que las incluyan, y unas reglas claras de juego que sean aceptadas y respetadas por todos. Imaginemos que al igual que a día de hoy existen dos tendencias enfrentadas en cuanto a su concepción de lo que debe ser un canario discontinuo, mañana surgiesen otras, que quisiesen impregnar esta forma de entender la canaricultura con otro tipo de pájaro en el que las diferencias existentes con los actuales, fuesen similares a las que ahora nos afrontan, y que éstos, poco a poco fuesen ganando adeptos; esto se convertiría en una torre de babel, en la que al final los perjudicados seriamos los aficionados y todo podría acabar con la creación de reducidos y minúsculos grupos, que dado su tamaño y especialización, si se radicalizasen, podrían llegar al estado final de lo que hoy conocemos como canario de canto discontinuo, es decir, a su extinción, por aburrimiento, cansancio, desinterés, etc., de los criadores.

Si lo que verdaderamente queremos es que esa evolución cultural y positiva sea sólo eso, y con ella se pueda avanzar de forma más rápida y efectiva para la consecución de unos fines mayores, para hacerla bien, deberá hacerse entre todos. Realmente las distintas denominaciones que se utilizan para identificar al canario de canto  discontinuo solamente indican a qué registros o federaciones pertenece o puede pertenecer éste. En base a todo lo anterior, cabe afirmar que la raza del canario de canto discontinuo es el propio canario de canto discontinuo en su pluridimensionalidad más absoluta, pero que aunque tal, hay que intentar delimitar o acotar mínimamente, por una cuestión de higiene social.

Una de las cosas que me fascina de este animal es su dinamismo, su fluidez, el hecho de intentar que aunque el canario de canto discontinuo sea siempre el mismo, es decir ausente de notas continuas, éste está formado por canciones siempre nuevas, que llegan y se escabullen con rapidez; el hecho de que de un año a otro aun siendo el mismo tipo de canario, son otras notas las que están naciendo y somos nosotros en parte también los que estamos cambiando. Esa es para mí una de las principales características de estos animales, que aunque nosotros en nuestras disputas internas intentemos utilizarlos como contrarios, oponiendo un cierto tipo de notas a otras, es algo que su propia naturaleza se encarga de negar.

Al respecto de todo cuanto acontece en los ámbitos federativos, para mí solo es criticable un aspecto de éstos, pero no de algo en concreto, sino de todos los que en la actualidad pululan por el amplio espectro de la familia del canario de canto discontinuo, como es la sumisión que entre todos hemos debido al poder establecido por unos parientes lejanos de nuestra forma de hacer, unos dirigentes políticos que siempre nos han visto como la familia pobre y pesada a la que debían de soportar, es decir, unas organizaciones tanto nacionales como internacionales donde la magia del color oscurecía a la imaginación y sutileza del canario de canto, y donde para hacer valer nuestros intereses hemos tenido que mendigar caricias. Teniendo siempre nuestras espuertas cargadas de razones, nuestro distanciamiento, que a crecido a diario, ha hecho que  uno de  nuestros peores defectos hayan  sido nuestras virtudes a medias, y el no saber vendernos de forma unitaria, por lo que al final,  nos hemos tenido que regalar. Por eso, mientras no seamos capaces de crear esas estructuras federativas o asociativas, ya no solo a nivel estatal, sino más importante, internacional, en las que nosotros seamos los verdaderos artistas principales, y decidamos nosotros mismos sobre lo que es mejor o peor, seamos responsables de nuestros aciertos y errores, no dejaremos de ser lo que somos en la actualidad, actores de una tragicomedia de serie B, en la que sé que mantienen disputas por decidir que fue antes, el huevo o la gallina, cuando en la realidad ni el huevo es todavía gallina, ni la gallina ha puesto aun ningún huevo y quien tiene que decidir tal cuestión no es alguien que entienda de huevos o de gallinas, sino de lobos y de corderos.

Al final de esta historia, el grupo con más poder político saldrá airoso en su intento de llevar a la práctica tal o cual cuestión, pero con esa imposición y respaldo de ese poder que tiene la fuerza suficiente para que sus decisiones se cumplan,  no se habrá solucionado nada de nada, y esa decisión aunque sea formalmente valida y haya contado con los requisitos y exigencias establecidas por las reglas que actualmente rigen, su nacimiento carecerá de verdadera validez, ya que habrá nacido sin contar con la fidelidad suficiente, será formalmente valida, pero socialmente carecerá de ese apoyo necesario de la familia del canario de canto discontinuo,  ya que no coincidirá  con la exigencias de una parte fundamental del todo; no se trata de contentar a todos por igual, sino de intentar  dar una solución real al problema planteado y no de poner un parche que haga que las cosas sigan igual o peor,  y la pregunta a hacerse una vez haya ocurrido esto,  seguirá siendo: ¿ ha salido con tal decisión beneficiada o perjudicada la canaricultura de canto discontinuo?


2013 Pedro Mata.