sábado, 4 de febrero de 2017

UNA REFLEXIÓN.

Viendo fotografías de los concursos celebrados este año, se me plantea una duda, ya que éstas reflejan una afición cada vez mas envejecida, sin apenas caras nuevas, y  en donde la juventud apenas hace apto de presencia.

Este fenómeno indica varias cosas. Por un lado, que la gente que llego a esta afición en el pasado, ha aguantado en ella, a pesar de los pesares, lo cual es todo un éxito, y por otro, que en el presente llega menos gente, y la que lo hace  no sobrelleva bien algunos aspectos, lo cual es un cierto fracaso.

Entiendo que el problema es muy complejo,  que se presenta mas en unas regiones que en otras,  y que se debe a múltiples factores, sociales, culturales, demográficos,  etc., muchos de los cuales se escapan a nuestras posibilidades, pero alguna culpa debiéramos entonar.

Lo mismo nos hemos preocupado durante muchos años en mirarnos demasiado el ombligo, en que todo era, o blanco o negro, en debatir sobre cuestiones internas, en ser mas papistas que el papa, e intentar demostrar quien lo era mas y mejor, y nos hemos olvidado durante ese tiempo de aspectos iguales o mas importantes, como era cuidar, tanto a los de dentro, como a ese criador que se acercaba a conocernos,  o de explicarle a la gente  las virtudes de esta afición.

O cambiamos de política y nos centramos en planificar elementos mas relacionados con nuestro futuro en el sentido de cambiar esa tendencia negativa, y adaptarnos, modificando algunos hábitos, o ahora que  parece que ya  tenemos el canario que buscamos, paradojas de la vida, no tendremos quien lo críe en el futuro.