viernes, 3 de enero de 2014

LOS REINOS DE TAIFAS.



Y es que de todo se puede aprender algo, y todo de algún modo es comparable con algo, aunque sea en cierta forma comparando cosas que no vienen a cuento, aunque si se ven desde una perspectiva divertida, siguen ciertos razonamientos originales, y comparan cosas cargadas de lugares comunes. Cada cual que saque sus propias conclusiones.

2014 Pedro Mata


Los reinos de taifas

Las taifas (en árabe: طائفة ṭā'ifa, plural طوائف ṭawā'if, palabra que significa "bando" o "facción") fueron hasta treinta y nueve pequeños reinos (ملوك الطوائف) en que se dividió el califato de Córdoba después del derrocamiento del califa Hisham III (de la dinastía omeya) y la abolición del califato en 1031. Posteriormente, tras el debilitamiento de los almorávides y los almohades, surgieron los llamados segundos (1144 y 1170) y terceros reinos de taifas (siglo XIII). El origen de todas las dinastías de las taifas era extranjero, salvo los Banu Qasi y los Banu Harun, que era muladí.

Primeros reinos de taifas

Desde que el califa Hisham II es obligado a abdicar en 1009 hasta el año de la abolición formal del califato en 1031 se suceden en el trono de Córdoba nueve califas, de las dinastías omeya yhamudí, en medio de una anarquía total que se refleja en la independencia paulatina de  las taifas de Almería, Murcia, Alpuente, Arcos, Badajoz, Carmona, Denia, Granada, Huelva, Morón, Silves, Toledo, Tortosa, Valencia y Zaragoza. Cuando el último califa Hisham III es depuesto y proclamada en Córdoba la república, todas las coras (provincias) de Al-Ándalus que aún no se habían independizado se autoproclaman independientes, regidas por clanes árabes, bereberes o eslavos.

Sin embargo, la disgregación del califato en múltiples taifas, las cuales podían subdividirse o concentrarse con el paso del tiempo, hizo evidente que sólo un poder político centralizado y unificado podía resistir el avance de los reinos cristianos del norte. Careciendo de las tropas necesarias, las taifas contrataban mercenarios para luchar contra sus vecinos o para oponerse a los reinos cristianos del norte. Incluso guerreros cristianos, como el propio Cid Campeador, sirvieron a reyes musulmanes, luchando incluso contra otros reyes cristianos. Sin embargo, esto no fue suficiente y los reinos cristianos aprovecharían la división musulmana y la debilidad de cada taifa individual para someterlas. Al principio el sometimiento era únicamente económico, forzando a las taifas a pagar un tributo anual, las parias, a los monarcas cristianos. Sin embargo, la conquista de Toledo en 1085 por parte de Alfonso VI de León y Castilla hizo palpable que la amenaza cristiana podía acabar con los reinos musulmanes de la península. Ante tal amenaza, los reyes de las taifas pidieron ayuda al sultán almorávide del norte de África, Yusuf ibn Tasufin, el cual pasó el estrecho y no sólo derrotó al rey leonés en la batalla de Zalaca (1086), sino que conquistó progresivamente todas las taifas.

Segundos reinos de taifas

Cuando el dominio almorávide empezó a decaer, surgieron los llamados segundos reinos de taifas (1144-1170), que fueron posteriormente sometidos por los almohades, que habían sucedido a los almorávides en su dominio del norte de África.

Terceros reinos de taifas

Tras el fin del periodo almohade, marcado por la batalla de las Navas de Tolosa (1212), hubo un corto periodo denominado terceros reinos de Taifas, que terminó en la primera mitad del siglo XIIIcon las conquistas cristianas en el Levante de Jaime I de Aragón (Valencia, 1236) y en Castilla de Fernando III el Santo (Córdoba, 1236 y Sevilla, 1248) y perduró en Granada con la fundación del reino nazarí, que no capituló hasta el 2 de enero de 1492, fecha que pone fin a la Reconquista.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Taifa (extracto)